
Cuando baje 10 libras más, cuando el pelo me crezca, cuando me opere los senos, cuando me ponga las pestañas, cuando se me vayan las manchas; si continúo, no termino. Escucho estas y otras condiciones autoimpuestas por las mujeres para decidir ser feliz con lo que tienen y con lo que son. No las culpo, ni las juzgo, tenemos demasiadas presiones externas que nos llevan a este condicionamiento obsesivo y dañino.
Las marcas de belleza y los estereotipos sociales son perjudiciales para nuestra salud emocional, cuando se trata de valorar y aceptar lo que somos, cómo somos y lo que tenemos. Vivimos en un constante bombardeo de ideas sobre cómo nos tenemos que ver o sentir para “encajar” en un estándar de belleza absurdo y muy poco real. Aunque suene “clichoso”, la verdadera belleza está en tu interior y en esa percepción que tienes de ti misma. Aprender a valorarla, para potenciarla, es el reto, pues de ahí surge lo que proyectas con tu imagen física. La sociedad nos juzga por todo lo que hacemos y por lo que no hacemos, también.

“No se puede complacer a todo el mundo…mejor complácete a ti misma y sé feliz ahora”
Angélica Flores
Recientemente compartí en mi página de Instagram una publicación donde expresaba que, “No puedes ser una mujer poderosa y al mismo tiempo hacerte la víctima”. Con esto me refiero a que, quizás no podemos cambiar las presiones, situaciones diarias o los juicios externos, pero sí podemos trabajar en nosotras, transformar las perspectivas negativas y aprender a reconocer nuestro valor, que es incalculable. No hay un paso a paso para lograr esto, realmente se trata de elegir qué hacer y qué soltar para fluir y lograr amarnos así como ya somos, con todo lo que incluye el paquete.
¿Qué hacer?
- Cambia tus diálogos internos. ¿Qué te dices frente al espejo? Obsérvate y escúchate. Cada vez que te sabotees, utiliza una afirmación positiva que te ayude a redireccionar el enfoque de tu mente a uno positivo, que atraiga lo que mereces y necesitas. Las afirmaciones son poderosas cuando las aplicamos con una intención genuina de transformación personal.
- Perdónate y acéptate. No importa cuántas veces te hayas saboteado, regálate un perdón auténtico, haz las paces con eso que tanto te molesta o que no te gusta y acéptalo con amor. Siempre hay espacio para mejorar, así que, no seas tan dura contigo misma, se vale ser vulnerable.
- Recuerda que eres única. No hay dos como tú, ese es un súper poder que te invito a valorar y potenciar para usarlo a tu favor. En todo lo que haces hay valor y si lo reconoces, lo puedes proyectar al mundo con mucha seguridad y elegancia. ¡Honra tu esencia!
¿Qué soltar?
- La opinión de otros. Recuerda que no puedes complacer a todo el mundo. Enfócate en sentirte bien y verte bien contigo misma. Lo que otros piensen o digan no es tu problema, y no tiene que ver contigo, sino con ellos mismos.
- La comparación dañina. Siempre buscamos inspiración para vestirnos, hacer algo nuevo o empezar un proyecto, es normal y válido. Pero, lo que no es normal es que comiences a compararte obsesivamente con esa persona que buscaste de inspiración o de ejemplo y que te permitas sabotear tu propio potencial. Recuerda que eres única, ese es tu súper poder.
- Las expectativas y el control. Esperar algo de los demás, de la vida o de alguna situación en particular es someterte a un continuo maltrato psicológico y emocional. No podemos controlar la manera de accionar o pensar de los demás y tampoco los resultados de ciertas circunstancias. Así que, es inútil perder energías esperando que suceda X o Y cosa para hacernos feliz o complacer algún deseo personal. Fluye con lo que la vida te presenta, pues es lo que necesitas, ya sea para crecer, aprender o continuar avanzando.
No tengo la verdad absoluta, por lo que te invito a probar estas acciones y ver si te dan mejores resultados de los que has tenido a la hora de trabajar en tu aceptación personal y amor propio. La próxima vez que te encuentres condicionando tu valor, tu felicidad y tu aceptación, recuerda que lo único que tenemos es el aquí y el ahora. Elige ser feliz hoy con lo que tienes. La decisión de sentirte bien y vivir en paz contigo misma, es solo tuya. No depende de un tratamiento de belleza, de lo que diga una asesora de imagen, y tampoco del psicólogo o el coach. Así como eres, ya estás completa.
¡Créelo y comienza a vivirlo!

Leave a Reply