Karolyn Sophia | Una princesa con autismo

Si hay algo que admiro de muchas mujeres a mi alrededor es la capacidad que tienen para cumplir con la hermosa tarea de ser mamá. Aunque no tengo el privilegio de ser mamá, sé que cuando una mujer tiene un hijo automáticamente se convierte en su prioridad desde el día que lo sostienen en sus brazos por primera vez. Como médico he tenido la oportunidad de presenciar partos y cesáreas. He visto cómo mujeres que tienen miedo a una cirugía lo vencen en el momento de su cesárea par a no perderse ningún segundo de tan maravilloso momento. He visto cómo mujeres que ya no pueden más con el dolor, están cansadas y sin aire confían en nosotros cuando le decimos un pujo más y se acabó. Aunque lo más anhelado en nuestra vida es tener un bebé sano, la realidad es que no siempre es así. Esto no significa que Dios no te ame, esto no significa que es una prueba únicamente para ti, es una experiencia que te tocó vivir y hay una fuerza mayor para luchar y continuar.
¡Qué tengas una enfermedad no significa que ella te tenga a ti!
Este es el caso de la Súper Mamá Karolyn Peñalverty y ella decidió compartir con nosotras su experiencia como mamá y los retos que ha enfrentado durante este proceso con Sophia. Hoy 2 de abril de 2019 se celebra el Día Mundial del Autismo.

Quiero compartir con ustedes un resumen de mi experiencia como madre de una niña con Autismo Nivel 3. Desde el día que me confirmaron su diagnostico mi corazón se apretó con un fuerte dolor y tristeza, muchas cosas más me pasaron por la mente. Pero como siempre he dicho Dios es perfecto, el envía niños especiales a padres especiales. Ya que siempre he estado bien dispuesta para ayudar a “LA PRINCESA CON AUTISMO SOPHIA”. Si así mismo le decimos que es una princesa, porque no importa que condición o dificultad tenga. Karolyn Sophia es una niña muy inteligente, cariñosa, hiperactiva, sensible, curiosa y sobre todo feliz. Lo importante de todo este proceso es tratarlo a tiempo, que el niño se exponga más a sus terapias para que aprenda a manejarlas.

En mi caso siempre estuve bien atenta a ella desde que nació y los cambios que iba enfrentando en su desarrollo. Cuando tenía como 9 meses empecé a notar que su gateo estaba completamente incorrecto. Rápidamente saltó etapas, a los 10 a 11 meses me empezó a caminar, también el contacto visual se estaba perdiendo. Al año fue cuando el cuadro se exacerbó, comenzó con giros repetitivos, movimientos de manos constantes sin parar, en sus manos siempre tenía que tener dos objetos iguales pero de diferente color o forma. Rápidamente empezamos el proceso de evaluación con los médicos y en lo que todo se aclaraba ella recibía sus terapias de ocupacional, del habla, tanto oral como motoras.

Según los médicos los laboratorios salieron un poco alterados y es ahí cuando me la refieren para EL CENTRO DE AUTISMO EN P.R. Me la evaluaron tanto terapeutas como médicos, y al final de todo el procedimiento finalmente nos reúnen y nos dan la noticia que la niña tiene Autismo Nivel 3. Desde ese momento mi vida ha cambiado como madre para bien. Me he educado con la condición y me gusta apoyar a otros padres Ya que también los niños con Autismo requieren una dieta especial y que asistan a sus terapias o escuela especializada. Una de las cosas más importante para mi es siempre es estar ahí para ella, y le doy gracias a Dios por que actualmente tiene 4 años y ha mejorado grandemente en sus terapias. Presenta mejor contacto visual, habla, identifica objetos y repite.

“Así que padres NO se asusten si sus hijos son diagnosticados con AUTISMO. Hay muchas herramientas que los pueden ayudar y guiar. También tenemos que educar y concienciar respecto a esta condición” – Karolyn Peñalverty
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