
Tipos de azúcar ¿Cuál es mejor?
Se “prendió esto” 🔥 como diría algún prócer reguetonero de nuestro folclórico país 😂. Mientras los naturópatas y expertos en pérdida de peso aseguran que el uso de fructosa en lugar de glucosa es lo mejor para la salud. Médicos especialistas aseguran que no es así, como claramente lo explica el Dr. Lustig un neuroendocrinólogo que asegura que es una muy mala idea por donde quiera que se mire. Sin embargo, luego de leer más de una decena de artículos, puedo concluir que el doctor probablemente se refiera al “high fructose corn syrup”, de ser así coincido totalmente con él. Ahora bien; ¿la fructosa no es la que proviene de las frutas? Antes de contestar esta pregunta, hablemos un poco de ambas. Entre los azúcares presentes en nuestra dieta, los dos monosacáridos principales son la glucosa y la fructosa, que juntos, conforman la sacarosa mejor conocida como azúcar de mesa. Los azúcares se metabolizan en un proceso llamado glucólisis y es en este proceso que los azúcares se transforman en energía para nuestro cuerpo. Sin embargo, la fructosa, es la hermana lenta de la glucosa, ya que su metabolismo es un 40% más lento.
Sin embargo, al momento de endulzar ¿es mejor utilizar fructosa? ¿cuál de las dos es mejor? El propósito de este artículo no es decirte cual es mejor, sino brindarte la información adecuada para que seas tú quien tome la mejor decisión. Actualmente ambas azúcares se disputan el primer lugar en la dieta. Sin embargo, es importante que quede claro que ninguna está libre de pecados. Lo ideal es tener una dieta balanceada baja en azúcares y que incluya todos los grupos de alimentos que son requeridos para el balance y equilibrio de nuestro cuerpo. El azúcar que añadimos a nuestros alimentos debe ser la mínima cantidad. De ninguna manera debemos abusar de ninguna de las dos.

Desde hace mucho tiempo he escuchado que la fructosa es mejor para diabéticos porque no requiere insulina para su metabolismo. Sin embargo, esto es debatible porque su metabolismo da origen a los mismos productos que se obtienen del metabolismo de la glucosa. Ahora bien, un punto a considerar es que debido a que la fructosa no eleva considerablemente los niveles de glucosa en sangre y no requiere insulina para que el organismo la procese, este tipo de azúcar es mucho mejor tolerada por los pacientes que padecen diabetes. Este “beneficio” tiene su contrapunto en el hecho de que, al no estimular la secreción de insulina ni grelina (hormona que ayuda a regular la sensación de apetito), la fructosa no provoca la misma sensación de saciedad que otros carbohidratos y puede dejarnos “con hambre”.
Glucosa
Glucosa es un azúcar simple; es el azúcar principal que circula en la sangre y es la primera fuente de energía. La función principal de la glucosa es producir energía para el organismo y poder llevar a cabo diversos procesos metabólicos que ocurren en el cuerpo como: la digestión, multiplicación de células, reparación de tejidos, entre otros.

Fructosa
La fructosa es un azúcar simple y podríamos decir que a nivel químico es el reflejo de la glucosa, siendo solo un cambio en la estructura molecular lo que la diferencia de su “hermana” glucosa.

En conclusión, ingerir fructosa mediante frutas o verduras, es totalmente distinto, porque su porcentaje es bajo y además, no solo nos ofrece azúcar, sino también, fibra, agua, vitaminas y minerales. Tanto la fructosa como la glucosa se encuentran en alimentos de forma natural, pero abusar de cualquiera de estos azúcares no es bueno para el cuidado de nuestra salud. Tampoco es aconsejable para las personas con diabetes consumir fructosa en exceso, aunque no requiera insulina para metabolizarse. Como todos los azúcares, debemos consumirlos con moderación, ya que no deben representar gran parte de las calorías en nuestra dieta. Y aunque no sean lo mismo, el resultado final en el cuerpo de uno u otro azúcar, es muy similar, y en exceso, pueden perjudicar la salud. Antes de seleccionar el tipo de azúcar que debes consumir, es importante que hagas tu propia investigación para poder tomar una decisión apropiada para ti. Ninguno de los dos es mejor que otro.
Si deseas saber más información y leer más articulos de investigación te recomiendo visitar http://fructosefacts.org/. En esta página hay mucha información, en mi caso leí todo lo relacionado con el CNS (neurología). Al momento yo tomé la decisión de consumirla, si veo algún cambio la suspenderé de inmediato. Por el momento me ha ayudado a bajar el consumo de sucrosa, la cual está asociada a inflamación al igual que sirop de maíz (fructose). En este caso estoy consumiendo el azúcar que se manufactura en laboratorio y se consigue en Health Foods y Amazon. Como mencioné anteriormente, si deseas consumirla te recomiendo que visites el sitio web donde encontrarás información. Lo probaré por algunos meses y si no veo cambios positivos, suspenderé su uso. Hasta el momento me ha ido bien.
Fragmento del artículo Brain and Cognition
La nutrición es esencial para apoyar el desarrollo adecuado, la salud y la función del sistema nervioso y el cerebro. Los factores dietéticos, incluidos los carbohidratos, desempeñan un papel en la función neuronal y la plasticidad. Es bien sabido que la glucosa es la principal fuente de energía para el cerebro humano. De hecho, el tejido cerebral contiene aproximadamente un 20 por ciento más de glucosa que el plasma arterial. No es sorprendente que la barrera hematoencefálica regule estrechamente la disponibilidad de nutrientes y otros compuestos hacia y desde el cerebro. Si bien los estudios epidemiológicos (observacionales) han sugerido que algunos nutrientes pueden influir en la cognición y la función cerebral, los ensayos clínicos no han podido identificar ningún componente dietético específico con una función causal. De hecho, el transporte de muchos nutrientes y otras moléculas a través de la barrera hematoencefálica está regulado por transportadores que pueden limitar los cambios drásticos en la disponibilidad de nutrientes para el cerebro, independientemente de cuánto se consuma. Si bien algunas investigaciones han observado que la ingesta de fructosa en la dieta puede estar asociada con cambios en la resolución de problemas o deterioro cognitivo, es esencial recordar que las correlaciones identificadas en los estudios observacionales no son necesariamente causales. Hasta la fecha, los estudios no han confirmado diferencias en la disponibilidad de diferentes monosacáridos como la fructosa y la glucosa debido a los cambios en la ingesta.
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