
¿Cómo reconstruir un corazón roto?
En ocasiones, pasamos por diversas situaciones en la vida que nos pueden intentar llevar al valle de la amargura y sobre todo a sentirte víctima de tus circunstancias. No es momento de que sientas lástima de ti, no tienes la culpa en la manera en la que reaccionan los demás, no eres responsable de las actitudes y decisiones que tome una persona. Lo que sí puedes elegir, es hasta que punto permites que afecte tu alma, autoestima, amor propio y sobre todo tus ganas de vivir. Tienes que soltar ese sentimiento de víctima, desprenderte de esa sensación de que te hicieron daño. No dudo que haya dolido, a mí también me ha dolido, me han dolido muchísimas cosas. Pasar demasiado tiempo llorando en tu almohada por tus heridas no cambiará nada. Hoy tú tienes el poder de elegir no ser una víctima, sino ser solo una mujer, una que perdona y que sabe seguir adelante porque tus circunstancias no definen tu vida.

Eres capaz de lograr cualquier cosa que te propongas, no importa cuantas lágrimas hayas derramado ni por el dolor que hayas pasado. Si tienes el corazón para hacer las cosas, lo tienes todo. No cargues amarguras, rencores y culpas que no te corresponden. No importa el mal que te hayan hecho, siempre haz lo correcto, esto no te convertirá en una mártir, te hará más fuerte, porque no eres igual a esas personas que te lastimaron. Eso no solo te hace mejor, sino que te fortalece en medio de la tormenta. Hay una fuerza inexplicable que te hará lograr lo inimaginable. Yo le llamo Fe, mi relación con Dios es tan fuerte en este momento de mi vida, que me siento plena, con lo que tengo, con quien soy y lo que me toca vivir. Hay una canción que he estado escuchando repetidamente que me fortalece mucho que se titula “Dios de lo imposible”.
No hay una receta para reconstruir un corazón roto, pero sí hay una manera de que duela menos, esto se logra con el acto de perdonar a aquellos que te hicieron daño. El perdón te libera, te hace más fuerte, mejor persona, mejor ser humano y sobre todo una mejor mujer. No digo que será fácil, el perdón es un acto diario de levantarte, sentir el dolor, respirar y decir; yo te perdono. ¿Te preguntarás por qué este blog post se llama Martina? Martina es una luz de esperanza que puede llegar a tu vida en distintas formas, Dios es bastante creativo. En los pasados días ha sido “trending topic” el caso de Daniela Álvarez, una hermosa presentadora y modelo colombiana. A esta chica se le encontró una masa en el abdomen. Al entrar a cirugía la masa estaba muy pegada a la aorta, por lo que al removerla, la aorta se cerró por lo que tuvo que ser operada para restaurar sus válvulas. En medio del proceso tuvo una isquemia de la cintura para abajo, ocasionándole que no llegara suficiente oxígeno. Su pie ya no era funcional, por lo que ella tomó la decisión de amputar su pie y parte de su pierna para poder usar una prótesis y poder bailar.


Daniela Álvarez nos deja una gran enseñanza; “Pies, para qué los quiero si tengo alas para volar”.
Por eso hoy te invito a que reflexiones, que busques dentro de ti la Martina que todos llevamos por dentro. Ese infinito amor que está dentro de ti. No importa quien te haya lastimado, no importa quien no te haya valorado, no importa quien ha convertido tus días en un mar de lágrimas por que te falló. Hoy te digo que te enfoques en ti y en la Martina que todas tenemos por dentro. Eres la prioridad de tu vida. La persona que te falló no tiene por qué tener un lugar en tu vida, suéltalo, ahora es el momento. ¿Cómo reconstruir un corazón roto? Pon tu corazón en las manos correctas, deja que Dios sea tu guía, confía y camina aunque no puedas ver con claridad. Tener Fe, es creer en lo que no se ve, es cruzar la puerta sin esperar nada, es sentir que pasa de todo y a la vez nada, con solo creer.
Este mensaje estará en mis favoritos para leerlo a diario. Definitivamente es un mensaje que todos deben leer. Llega en el momento justo a tu corazón.
Me alegra muchísimo leerte, imprímelo si es necesario hermosa.